En lo profundo, todos tenemos ese deseo de ver a alguien que se atreva a enfrentar los males, a tomar el poder en sus propias manos y a hacer lo que parece imposible. Todos queremos ver a alguien que, en lugar de hacer promesas, actúe y transforme la realidad, sin miedo a enfrentar a aquellos que se interponen en el camino. En el fondo, buscamos un héroe moderno que no solo hable, sino que haga. Ese héroe, para muchos, es Nayib Bukele.
No se trata solo de un deseo, sino de una necesidad humana: la necesidad de triunfo es innata en el ser humano, todos queremos a alguien que tome decisiones contundentes y que demuestre que el cambio es posible. Necesitamos ver que alguien está dispuesto a cumplir lo que promete, porque esa necesidad de justicia y transformación es algo que nos une.
Figuras como el Héroe de las historias clásicas, personajes que desafían las adversidades y protegen a su pueblo, capturan esa necesidad. Empresas como Nike con Just Do It, personajes como Superman, nos tratan de satisfacer esta necesidad. Nos hacen creer que estamos triunfando, y que bien se siente.
Terminar una pelicula y que el villano caiga… muy similar a las campañas de Nayib cuando “atrapa a los malos” y algo adentro tuyo siente que la justicia se está cumpliendo, que por fin los buenos ganan.
El arquetipo que mejor representa a Bukele es el del Héroe. El Héroe es quien lucha por la justicia, quien toma riesgos en nombre de la gente y enfrenta cualquier obstáculo que se interponga. Es alguien que transforma el miedo en acción y la resistencia en logros. Esta personalidad, al igual que el Rebelde, brilla en tiempos de crisis, cuando la gente necesita ver que alguien está dispuesto a arriesgarse por ellos, a protegerlos y a pelear sus batallas. Bukele se ha convertido en ese Héroe para muchos salvadoreños.
Es fácil confundir estas personalidades, lo importante es entender que el Rebelde es como el Guasón, el que viene a desafiar el status quo, a quemar los billetes… y el Héroe es Batman (que atraviesa el Héroe con una mirada más de Guerrero).
Bukele crea una división clara: él y el pueblo contra el “enemigo”. Este tipo de narrativa es fundamental para el arquetipo del Héroe, pues representa a alguien que lucha por los suyos, que no se doblega y que está dispuesto a enfrentar cualquier amenaza.
Bukele ha dejado claro que él no es un político tradicional; es un hombre de acción. Como una marca personal que busca diferenciarse de los vendedores de promesas vacías, él encarna la promesa cumplida, el cambio que se ve y se siente. Así como las marcas que representan un compromiso verdadero con su audiencia, Bukele transmite que él está en la arena, combatiendo por lo que cree justo.
Desde su estilo de vestir hasta su manejo de redes sociales, Bukele se presenta como un líder moderno y accesible, pero también fuerte y decidido. Esta imagen es clave para el arquetipo del Héroe, ya que refuerza la idea de que él es un defensor del pueblo, alguien que no se esconde detrás de las formalidades, sino que está dispuesto a luchar por su visión.
¿Será esta la personalidad de tu marca? ¿Es tu misión demostrar con hechos el cambio que deseas ver en el mundo?
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